RRHH. Poniendo a las personas en el centro.
¿Qué sería de una empresa sin personas y sin un buen departamento de Recursos Humanos? ¿Te haces esta pregunta de vez en cuándo? Espero que hayas respondido sí.
El futuro de la digitalización en Recursos Humanos.
Se habla y también se escribe mucho acerca del empoderamiento de las personas, pero, ¿qué es exactamente? Cuando ayudamos a las personas a empoderarse conseguimos que sean más fuertes, es decir, más resistentes y capaces. Las personas empoderadas cuentan con más determinación, recursos y facultades para realizar una labor. Son personas mejor preparadas para afrontar las adversidades, y también son capaces de trabajar con mayor autonomía.
La tecnología y la digitalización son herramientas que, utilizadas con buen criterio, nos pueden ayudar a ser más efectivos. Lo que no podemos olvidar es que son las personas las que marcan la diferencia. Las organizaciones que sólo se centran en la tecnología, perdiendo de vista a los trabajadores, pierden fuerza y también pierden eficacia.
El reto de los departamentos de Recursos Humanos es no dejar de poner a las personas en el centro, a la vez que son capaces de incorporar la tecnología para mejorar procesos. Esta digitalización debe ser un proceso natural, adaptado a las necesidades particulares de cada organización y consensuado con todos.
Personas y talento.
Los departamentos de Recursos Humanos deben saber alinear y desarrollar el talento de las personas, junto a las nuevas necesidades que demanda una sociedad cada vez más digital. Las empresas que quieran seguir siendo competitivas, deberán prestar atención a la contratación y retención del talento, más que antes, si cabe. Las nuevas necesidades digitales precisan de nuevos perfiles y también de un “plan” para todos ellos.
A mayor complejidad en el funcionamiento de las empresas, más compleja se vuelve también la gestión del talento. El departamento de RRHH debe ser el encargado de canalizar el aprendizaje, y debe hacerlo tanto de forma individual como también de forma colectiva y social. En un mundo digital no podemos dejar de aprender, si olvidamos el aprendizaje continuo corremos el riesgo de perder competitividad mucho más rápido que antes.
Si perdemos competitividad también perderemos talento. Las personas más capaces quieren seguir aprendiendo, sin descanso y sin excusas. Si no encuentran lo que necesitan, difícilmente conseguiremos que se queden. El talento se abre camino, no tiene ni freno ni barreras y las personas se marchan con él.
Un equipo crece gracias a la confianza.
Si queremos que nuestro plan sea el plan de todas las personas que forman nuestra empresa, debemos generar confianza. Nadie que tenga talento nos seguirá, si no confía que todos juntos podemos llegar a un lugar mejor. Ha llegado el momento de demostrar, de hacer, porque las palabras se las lleva el viento. Si nos preocupamos por las personas debemos demostrarlo.
Sin confianza no hay colaboración, y si no hay colaboración, el “brillante” plan de RRHH será papel mojado. En momentos como el actual, con una pandemia que sólo habíamos visto o imaginado en el cine o en los libros, los equipos cohesionados son fundamentales para las empresas. Como seres humanos y sociales necesitamos crear equipo y confiar en el equipo.
Para saber qué necesitan las personas en momentos difíciles debemos escucharlas. No podemos trazar el plan perfecto sin ellas. Si trabajamos los RRHH de forma unidireccional, no recibiremos la reciprocidad necesaria para que todo esto funcione. La confianza no se pide, la confianza se gana con el ejemplo.
Un departamento de RRHH que escucha.
Para saber qué necesitan los trabajadores de una empresa hay que aprender a escuchar. Si queremos conocer qué necesitan y qué esperan de la organización en la que trabajan, no podemos suponer, debemos saber. En un momento de incertidumbre es normal que las personas tengan miedo, porque no quieren perder su trabajo. Tener un plan y llevar a cabo una buena gestión del talento humano, incrementa la confianza y reduce el miedo.
La escucha activa cobra mucha importancia, porque de ella saldrá la comprensión y apoyo emocional que necesitan las personas. La tecnología nos permite recopilar datos, interpretarlos y así poder tomar decisiones.
Un buen departamento de RRHH no se escudará detrás de la tecnología, más bien todo lo contrario. Aprovechará la digitalización para potenciar la escucha activa, creando planes que pongan a las personas en el centro. Las empresas que sean capaces de retener el talento, también serán capaces de crecer junto a él.
Estamos ante el futuro de la digitalización en Recursos Humanos
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